A lo largo de los Estados Unidos, los inmigrantes están empezando y construyendo negocios exitosos que crean buenos puestos de trabajo americanos y promueven el crecimiento económico de nuestro país. Estos negocios forman la estructura de nuestras comunidades y son parte de la herencia tan singularmente americana que tenemos como nación de inmigrantes e innovadores.
Para acelerar el impulso económico de nuestra nación, necesitamos un sistema de inmigración que funcione en favor de los empresarios y propietarios de negocios pequeños de los Estados Unidos−un sistema que nos permita aprovechar la creatividad y diversidad de los empresarios inmigrantes para competir mejor en la economía global.
El día de hoy, tuve la oportunidad de reunirme con propietarios de negocios locales y líderes de la Cámara de Comercio de la Isla Staten para hablar sobre cómo la reforma migratoria de sentido común ayudará a fomentar el espíritu emprendedor y crear puestos de trabajo para los trabajadores, no solamente en Nueva York sino por todo Estados Unidos.
La reforma de inmigración con sentido común tiene tres pilares: mejor control y seguridad continua de la frontera; un camino a la ciudadanía para aquellos que trabajan con perseverancia y respetan las reglas; y un sistema legal actualizado que nos permita atraer y retener empresarios de todo el mundo.
Sabemos que los inmigrantes sobresalen en materia de espíritu emprendedor. Solo en el año 2011, los inmigrantes fundaron el 28 por ciento de todos los negocios nuevos estadounidenses, a pesar de representar solamente el 13 por ciento de la población de los EE. UU. Y entre el 2006 y el 2012, el 44 por ciento de las nuevas empresas de tecnología en el Valle Silicon tenía por lo menos un fundador que era inmigrante.
Los negocios propiedad de los inmigrantes fomentan la vitalidad, la creatividad y la diversidad en nuestro ecosistema empresarial. Y, además de crear puestos de trabajo aquí en casa, están ayudando a aumentar la competitividad global de los Estados Unidos mediante la exportación y la apertura de mercados en todo el mundo. Los inmigrantes o sus hijos también fundaron más del 40 por ciento de las compañías de la lista Fortune 500, que de manera colectiva emplean a más de 10 millones de personas y generan ingresos anuales de $4.2 billones.
La reforma de inmigración con sentido común se expande en los éxitos de los líderes empresariales que vinieron a nuestro país para construir una mejor vida y alienta el tipo de espíritu emprendedor de alto crecimiento que contribuye a nuestra solidez económica a largo plazo.
El proyecto de ley de inmigración bipartidista del Senado, que abanderó el Senador de Nueva York Schumer junto al Senador de Arizona John McCain y otros demócratas, republicanos e independientes en el Senado, realiza mejoras significativas al sistema de tarjeta verde basado en el empleo existente y crea una nueva “visa de inicio” para los empresarios inmigrantes. Esta herramienta importante permitiría que empresarios como éstos que satisfacen un nivel de umbral de financiamiento de inversionistas estadounidenses o de ingresos de los clientes de los EE.UU. puedan iniciar sus negocios en nuestro país y quedarse permanentemente si sus empresas crecen y crean puestos de trabajo para trabajadores americanos.
Estados Unidos es una nación de empresarios y la Administración de Obama está comprometida a honrar el legado de innovación y competitividad que ha ayudado a hacer que nuestro país sea fantástico. La aprobación de una ley de reforma de inmigración equilibrada e integral por la Cámara de Representantes es el siguiente paso para asegurar que Estados Unidos siga atrayendo a los mejores y más inteligentes del mundo para que funden negocios nuevos y ayuden a hacer que crezca la clase media.
Para enterarse más sobre los beneficios económicos de la reforma de inmigración en su estado, haga clic aquí.
Karen Gordon Mills es la Administradora de la Administración de Empresas Pequeñas de los Estados Unidos (Asociación de Pequeñas Empresas,SBA por sus siglas en inglés). La SBA ayuda tanto a los negocios grandes como a los negocios pequeños de alto crecimiento a obtener acceso a capitales, asesoría, contratos federales, asistencia en casos de desastres y mucho más.