Nuestra frontera ha sido y sigue siendo más segura de lo que lo ha sido en décadas. A principios de este año, hemos visto una afluencia de emigrantes centroamericanos incluyendo niños no acompañados y adultos con niños en una zona aislada de nuestra frontera, el Valle del Río Grande en Texas, pero la Administración tomó medidas decisivas y la situación está mejorando.
El Presidente y su Administración reaccionaron con una respuesta federal contundente y coordinada centrada en intensificar la disuasión, mejorar la actuación, fortalecer la cooperación, y dar una mayor capacidad a las agencias federales afectadas para garantizar que nuestra frontera se mantuviera segura. Como resultado, y como el Secretario Jeh Johnson informó la semana pasada, el número de emigrantes de Centroamérica que intentan cruzar ilegalmente la frontera sudoeste sigue disminuyendo incluidos los niños no acompañados y las familias. Todo esto son buenas noticias. No estamos declarando la victoria, ni vamos a quitar el pie del acelerador; el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de los EE.UU. (CBP) sigue estando preparado. Seguiremos vigilantes y trabajando sin descanso para evitar futuros aumentos y afrontar la afluencia en ambos lados de la frontera con nuestros socios de Centroamérica.
Las razones de la disminución del número de niños no acompañados y de adultos que viajan con niños detenidos por el CBP no se pueden atribuir a un solo factor. Sin embargo, creo que la respuesta y esfuerzos de la Administración en trabajar con dirigentes de Centroamérica para dar a conocer los peligros del viaje, enfatizar que los emigrantes detenidos que no califican para ninguna ayuda humanitaria son finalmente devueltos sanos y salvos a sus países de origen de acuerdo con la ley, y el impacto del clima estacional son elementos que conjuntamente han desempeñado su papel.
Bajo esta Administración, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) ha dedicado niveles históricos de personal, tecnología y recursos a la frontera sudoeste. Hoy en día, hay 18.164 agentes de la Patrulla Fronteriza a lo largo de la frontera suroeste (en comparación con 15.442 en 2008), el vallado y las barreras se han incrementado en más del doble (652 millas en 2014 en comparación con 267 en 2008), los sistemas de aeronaves no tripuladas han aumentado en más del doble (9 en 2014 en comparación con 4 en 2008) y los sistemas de vigilancia del terreno casi se han duplicado (12.722 en 2014 frente a 6.712 en 2008), todo ello dedicado a la seguridad de la frontera de esta Nación. En su conjunto, la mano de obra adicional, la tecnología y los recursos previstos en los últimos seis años representan la acción más seria y sostenida en la historia de nuestra nación para proteger nuestra frontera. Y está claro a partir de todas las medidas clave que este enfoque funciona. Como muestra el gráfico de más arriba, de un reciente informe del Pew Center, después de una rápida expansión desde 1990-2006, la población inmigrante ilegal dentro de los EE.UU. se ha estabilizado desde 2007. El hecho de que no haya habido un crecimiento real de inmigrantes ilegales en los últimos seis años puede sorprender a muchos. Una serie de factores están en juego, pero uno de los más importantes es una contundente actuación en la frontera suroeste.
Además de aumentar la capacidad actuación a través de la frontera suroeste, también hemos hecho que sea más móvil, de modo que cuando surgen problemas, podemos movilizar los recursos para hacer frente a ellos con mayor rapidez. Por ejemplo, para hacer frente a la afluencia de este verano, movilizamos dos despliegues adicionales de agentes de la Patrulla Fronteriza desde todo el país para apoyar a los agentes en el sector del Valle del Río Grande. Este despliegue mejoró los esfuerzos para ejecutar las operaciones conjuntas de actuación, dirigidas a desvertebrar y desarticular las organizaciones criminales que son responsables del el contrabando de inmigrantes ilegales y drogas en todo el corredor del sur de Texas.
Además de mejorar la actuación, también hemos hecho grandes esfuerzos para transmitir el mensaje a las familias en Centroamérica, a través de la Campaña de Concienciación del Peligro de la CBP (Dangers Awareness Campaign), de que el viaje hacia el norte es traicionero y que no hay 'permisos' para aquellos que cruzan la frontera de forma ilegal. Los niños, especialmente, son presa fácil para los coyotes y las organizaciones criminales transnacionales y pueden ser objeto de robo, violencia, agresión sexual, tráfico sexual y trabajo forzado.
La Campaña de Concienciación del Peligro de la CBP, es un esfuerzo de difusión en español agresivo y un llamamiento urgente a la acción para grupos de la comunidad, que alcanza a los padres y familiares de los emigrantes en los EE.UU. y a las comunidades en Centroamérica a través de los medios de comunicación de radio y de medios escritos para salvar y proteger la vida de los niños emigrantes que intentan cruzar la frontera suroeste. Se emitieron más de 6.700 anuncios de radio y televisión en Honduras, Guatemala y El Salvador durante el verano y 174 entrevistas en los medios incluyeron eventos en McAllen, Laredo, Houston, Los Ángeles, Nueva York y Miami.
Pero, lamentablemente, hemos tenido que hacer todo esto sin ninguna ayuda del Congreso. Después de un fallido proyecto de ley de reforma migratoria, a finales de julio el Congreso se negó a autorizar los recursos adicionales solicitados por el Presidente para gestionar esta última afluencia y mantener la seguridad de nuestra frontera. Y como consecuencia, el DHS ha tenido que transferir recursos de actividades de aplicación de la ley en áreas de menor prioridad a fin de incrementar los recursos en la frontera. El apoyo a esta estrategia y la petición suplementaria del Secretario del DHS -incluyendo los esfuerzos para apoyar los esfuerzos de disuasión- sigue siendo fundamental para la gestionar hoy esta situación humanitaria y lograr el progreso a largo plazo en la detención del flujo de emigrantes de Centroamérica en el futuro.
Continuamos trabajando con el Congreso sobre la reforma migratoria integral y seguimos comprometidos con la actuación efectiva que priorice la seguridad nacional, la seguridad fronteriza y la seguridad pública.