Office of National Drug Control Policy

Política de los Estados Unidos sobre drogas

Reducir la demanda de drogas en Estados Unidos es el tema transversal que está a la base de la Estrategia del Presidente Obama encaminada a reducir la amenaza de las drogas y sus consecuencias. Al trabajar agresivamente para reducir el consumo de drogas en Estados Unidos a través de la prevención y ayudando a que los estadounidenses que ya sufren una adicción accedan a un tratamiento, no solamente estamos mejorando la salud pública y la seguridad en Estados Unidos, sino que al mismo tiempo estamos disminuyendo una fuente importante de ingresos de las violentas organizaciones criminales transnacionales.

La violencia que impera entre las organizaciones criminales transnacionales en México ha provocado recientemente una discusión cada vez más intensa que hace ver la legalización de los narcóticos como el “santo remedio” a la situación. Estados Unidos sigue estando en contra de la legalización de las drogas porque la evidencia existente demuestra que nuestro problema común de narcóticos es una grave amenaza a la salud pública y a la seguridad y que la adicción a las drogas es una enfermedad que puede prevenirse y tratarse exitosamente. Actualmente, el uso de drogas, tanto legales como ilegales, es ya la fuente de demasiadas consecuencias sociales, de salud y de seguridad. Los estudios muestran que lo más probable es que las políticas que hagan las drogas más accesibles no eliminarán el mercado negro ni mejorarán la situación de salud pública y seguridad.

Esfuerzos sin precedentes para reducir la demanda de droga en los EE.UU.

  • Administración Obama mantiene un compromiso presupuestario real y significativo con el tema de la reducción del uso local de drogas. La Estrategia Nacional de Presidente para el Control de Narcóticos incluye acciones específicas para reducir el uso de drogas. Solo en el año fiscal recién finalizado (FY11), Estados Unidos gastó más de $10 mil millones para apoyar programas de reducción de demanda, en comparación con los $2 mil 400 millones dedicados a programas internacionales para el control de narcóticos.
  • En 2011, la Administración Obama destinó más de $88 millones para prevenir el uso de drogas como parte del Programa Apoyo a las Comunidades Libres de Drogas. Con estos recursos se apoya el trabajo de prevención de uso de substancias que realizan coaliciones comunitarias en más de 1,750 comunidades de los Estados Unidos. 
  • En junio de 2011, la Administración Obama lanzó la primera Estrategia Nacional de Prevención en la historia de los Estados Unidos. Este plan integral se enfoca en prevenir el uso de drogas evitando que las personas inicien el consumo.
  • Asimismo, la Administración Obama es la primera en la historia en establecer una Oficina sobre Rehabilitación como parte de la Oficina de la Casa Blanca para la Política Nacional Antidrogas. Esa oficina trabaja para promover políticas y programas que ayuden a apoyar a los millones de estadounidenses que se están rehabilitando exitosamente de una adicción a drogas o alcohol.  
  • Aunque continúa siendo demasiado elevada, la tasa global de consumo de estupefacientes en Estados Unidos ha disminuido cerca de un tercio en las últimas tres décadas. Más recientemente, el uso de cocaína se ha reducido en 43 por ciento y el de metanfetaminas ha sido cortado por la mitad. 

La legalización de las drogas no eliminará el crimen organizado

  • Estudios independientes han mostrado que la legalización de la marihuana no reduciría significativamente las ganancias de los narcotraficantes mexicanos. De hecho, los ingresos brutos de las organizaciones transnacionales criminales mexicanas provenientes de la exportación ilegal de marihuana hacia los mayoristas en los Estados Unidos son de menos de $2 mil millones.
  • Los ingresos de las organizaciones criminales transnacionales que operan en México no dependen exclusivamente de las drogas y, por tanto, estas organizaciones no se desarticularían si los estupefacientes fueran legalizados. Cada vez más, estas organizaciones criminales se dedican a diversificar sus negocios, a través del tráfico ilegal de personas, secuestro, extorsión y robo de propiedad intelectual, entre otros.
  • En 2010, el brutal asesinato de 72 inmigrantes centroamericanos a manos de la organización criminal de los Zetas en Tamaulipas, México, tuvo poco o nada que ver con narcotráfico. A pesar de que, ciertamente, existe violencia en conexión con el tráfico y distribución de estupefacientes, esta violencia se extiende a otros campos a medida que estas organizaciones criminales se extienden.

La ilegalidad de las drogas disuade el consumo

  • La legalidad aumenta la disponibilidad y aceptación de las drogas, tal como se ha visto con el uso del tabaco y del alcohol –el cual es mucho mayor que el uso de las drogas ilegales.
  • Las leyes que penalizan el uso de la marihuana ayudan a que el precio de esta droga se mantenga alto, lo cual ayuda a mantener los promedios de uso bastante bajos. Se sabe que el uso de las drogas, tal como hemos visto con el tabaco, especialmente entre los jóvenes, es dependiente del precio.
  • La disponibilidad de más drogas a un precio más bajo y con menos riesgos conlleva a una tasa mayor de drogadicción. Las sustancias adictivas como el alcohol y el tabaco, que son legales y pagan impuestos, ya tienen un costo social mucho más alto que la ganancia que producen. El costo social de estas dos drogas es diez veces mayor que la ganancia que se obtiene a través del pago de impuestos por ellas.
  • Dos economistas, que examinaron el impacto en las tasas de prevalencia de marihuana después de la despenalización de la marihuana a través de los cafés de cannabis, encontraron que, en un principio, hubo poco impacto apreciable en las tasas de consumo de cannabis entre jóvenes holandeses, pero eso cambió pronto. Como el consumo de marihuana se convirtió en "algo normal", y como hubo un aumento de la comercialización, la tasa de uso de marihuana entre los jóvenes aumentó del 15 por ciento para el rango entre 18 a 20 años de edad al 44 por ciento.

El aumento de la disponibilidad de drogas conduce a mayores costos en salud y seguridad

  • El consumo de drogas y sus consecuencias, de acuerdo con una estimación para el año 2007, le costó a Estados Unidos $193 mil millones. Una mayor prevalencia de consumo de drogas aumentará estos retos para la salud pública y seguridad.
  • En EE.UU., las drogas están presentes en casi la mitad de todas las personas que cometen delitos, que van desde delitos menores hasta delitos graves.
  • Además de los efectos negativos para la salud del individuo que consume drogas y alcohol, el uso está asociado con la propagación del VIH-SIDA, hepatitis C, y conducir bajo la influencia de las drogas y alcohol. También se asocia con el abandono de los niños y la violencia doméstica.
  • Uno no tiene que mirar mucho más allá de nuestra experiencia actual con la epidemia del uso de los medicamentos bajo prescripción en Estados Unidos para ver cómo la legalización dejaría fuera de control las consecuencias sanitarias y de seguridad. Los medicamentos recetados son legales, regulados y pagan impuestos; sin embargo, aproximadamente cada 19 minutos, alguien muere de una sobredosis de drogas accidental en los Estados Unidos, debido en gran parte por el abuso de medicamentos recetados.

Para más información en inglés, visite www.WhiteHouse.gov/ONDCP