This is historical material “frozen in time”. The website is no longer updated and links to external websites and some internal pages may not work.

Search form

The White House
For Immediate Release

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE EN LA 34ª GALA DE PREMIACIÓN ANUAL DEL INSTITUTO DEL GRUPO HISPANO DEL CONGRESO

 THE WHITE HOUSE

Oficina del Secretario de Prensa

______________________________________________________________________

Para publicación inmediata             14 de septiembre de 2011

 DECLARACIONES DEL PRESIDENTE

EN LA 34ª GALA DE PREMIACIÓN ANUAL

DEL INSTITUTO DEL GRUPO HISPANO DEL CONGRESO

 Centro de Convenciones de Washington

Washington, D.C.

 8:24 P.M. EDT

 

     EL PRESIDENTE:  Hola a todos.  Buenas noches.  (Aplausos.)  Muchas gracias.  Gracias a todos.  Por favor, por favor, tomen sus asientos.

 Quiero agradecer al Representante González, al Senador Menéndez por su liderazgo. Quiero agradecer al Instituto del Grupo Hispano del Congreso por invitarnos aquí esta noche. Es maravilloso estar de nuevo con todos ustedes para ayudar a iniciar el Mes de la Herencia Hispana.

Bien, antes de empezar, quisiera reconocer a algunas de las personas que están aquí con nosotros esta noche. Tenemos el honor de contar con la presencia de Su Alteza Real la Princesa Cristina de España. (Aplausos.) Tenemos el honor de contar con la presencia de nuestra primera Jueza Latina de la Corte Suprema, Sonia Sotomayor. (Aplausos.) Asimismo, deseo reconocer a la líder minoritaria de la Cámara, Nancy Pelosi -- (aplausos) -- nuestra gran amiga y campeona, y felicitar también al Secretario Ken Salazar y a la Secretaria Hilda Solís por sus premios esta noche, y por su labor sobresaliente. (Aplausos.)

También deseo dar un reconocimiento especial a mi amigo Rey Decerega, el Director de Programas aquí en CHCI. No son muchos los que pueden causarle la necesidad de puntos en los labios al Presidente de los Estados Unidos y salir ilesos. (Risas.) Rey es miembro de un club muy exclusivo. (Risas.) Le envié una fotografía del momento en que me daba el codazo y le dije que es la única persona que ha hecho esto jamás que no fue arrestado por el Servicio Secreto. (Risas.) Me dicen que es bastante duro fuera de la cancha de baloncesto también.

Por último, quisiera dar las gracias a todos los miembros del Grupo Hispano del Congreso presentes aquí esta noche. Y también quiero pedirles disculpas porque pasaron la semana pasada oyéndome hablar. Así, probablemente pensaban que podrían escaparse asistiendo a esta cena.

Sin embargo, estoy aquí porque estamos ante un momento crítico para nuestro país. Y la lucha que enfrentamos ahora mismo –- la lucha para poner más estadounidenses de nuevo a trabajar, para hacer que nuestro país sea más fuerte a la larga, para demostrar que podemos lograr algo aquí en Washington -– esta lucha no podría ser más importante para las personas presentes en este salón, para la comunidad latina, y para los millones de estadounidenses que necesitan ayuda.

No tengo que decirles que estos son tiempos difíciles. Conocen el efecto tan duro que ha tenido esta recesión en las familias – en especial las familias latinas. Y también conocen los sacrificios que la gente hace todos los días simplemente para pagar la hipoteca o llenar el auto de gasolina o mantener las luces encendidas y mantener a sus hijos en la escuela.

Éstas son familias de Los Ángeles y  San Antonio y Miami. Pero también son familias en Decatur y Des Moines. Como dije el año pasado cuando hablé aquí, los problemas de la comunidad latina son problemas para toda la comunidad estadounidense. Pero lo contrario también es cierto: cuando nuestro país duele, todo el mundo siente el dolor. 

En estos momentos, la mayoría de los estadounidenses -- sean negros, blancos, latinos, asiáticos, indígenas americanos -- trabajan mucho para cumplir sus responsabilidades. Lo único que quieren a cambio es que su trabajo duro pague dividendos. Y quieren que nosotros en Washington cumplamos nuestras responsabilidades, y que pongamos de nuestra parte para hacer que sus vidas sean un poco más fáciles, para crear esas escaleras de oportunidad.

Y es por eso que, la semana pasada, planteé al Congreso una pregunta sencilla: Frente a una emergencia nacional, ¿podemos, por fin, dejar el circo político y de hecho hacer algo para ayudar a la economía? (Aplausos.) ¿Podemos reponer parte de la equidad y seguridad que ha definido a este país desde nuestra fundación? 

Creo que podemos hacerlo y creo que debemos hacerlo. Y es por eso que, el lunes, remití la Ley para Trabajos Estadounidenses al Congreso y les pedí que la aprobaran inmediatamente. (Aplausos.) Las propuestas en esta legislación han sido apoyadas, en el pasado, tanto por demócratas como por republicanos. Y todo lo que contiene será pagado.

Y la idea detrás de este proyecto de ley es sencilla: poner más personas a trabajar de nuevo y poner más dinero en los bolsillos de los que están trabajando. Creará más trabajos para los trabadores de la construcción, los maestros, los veteranos y los desempleados a largo plazo. Dará ventajas tributarias a las compañías que contraten trabajadores nuevos, a los dueños de negocios pequeños y a la clase media. Y ayudará a restaurar la confianza en nuestra economía para que los negocios inviertan y contraten.

La aprobación de este proyecto de ley para trabajos pondrá a la gente a trabajar reconstruyendo nuestras carreteras y puentes en decadencia y reparará y modernizará 35,000 escuelas, arreglando tejados, aislando ventanas e instalando laboratorios de ciencias e Internet de alta velocidad y sacando a nuestros niños de los trailers -- (aplausos) -- por toda la comunidad, especialmente en la comunidad latina, donde nuestros niños -- la población aumenta más.

En una época en la cual países como China están construyendo vías de ferrocarril de alta velocidad y flamantes aeropuertos nuevos, tenemos más de un millón de trabajadores de la construcción desempleados -- muchos de ellos latinos -- aquí que podrían estar haciendo lo mismo aquí en Estados Unidos. Eso no está bien. Es hora de que lo arreglemos. Y es por eso que el Congreso debería aprobar este proyecto de ley inmediatamente. (Aplausos.)

La aprobación de este proyecto de ley para trabajos pondrá a trabajar de nuevo a miles de maestros en cada uno de los estados, ayudando a nuestros niños a competir con sus iguales alrededor del mundo. Porque en una época en la cual se está contratando maestros en países como Corea del Sur, no hay motivo por el cual tenemos que estarlos despidiendo en San Diego o Filadelfia. No cuando el futuro de nuestros niños está en juego. Pongamos nuestros maestros de nuevo en el salón de clase, donde pertenecen. (Aplausos.)

La aprobación de este proyecto de ley para trabajos reducirá los impuestos para los negocios pequeños – entre ellos 250,000 negocios propiedad de latinos. Y dará a las compañías un crédito tributario si contratan a veteranos estadounidenses, porque si uno se arriesga la vida al servicio de este país, no debe tener que preocuparse acerca de encontrar un empleo a su regreso. Ésta es nuestra oportunidad de ayudar a corregir esto. (Aplausos.)

La aprobación de este proyecto de ley para trabajos dará a cientos de miles de jóvenes marginados un trabajo de verano el próximo año. Y sus padres, que desean desesperadamente trabajar, tendrán más rumbos de salida de la pobreza. Es por eso que el Congreso debe aprobar este anteproyecto de ley inmediatamente.

La aprobación de este anteproyecto de ley para trabajos dará a las compañías un crédito tributario hasta de $4,000 si contratan a una persona que ha estado buscando trabajo desde hace más de seis meses. Esto será una ampliación de un programa en Georgia que recoge a personas que reciben pagos de seguro de desempleo y les da trabajo temporal como manera de acumular las destrezas que necesitan mientras buscan un trabajo permanente. Y este plan también prorrogará el seguro de desempleo por un año más – y eso beneficiará a más de 1 millón de latinos y sus familias. Necesitan ayuda, y sería un enorme golpe para nuestra economía si estas familias dejaran de gastar dinero en necesidades. Aprobemos este proyecto de ley y evitemos que esto suceda. (Aplausos.)

Y por último, la aprobación de este proyecto de ley para trabajos dará a la familia típica trabajadora una reducción de impuestos de $1,500 el próximo año. Dinero que habría sido sacado de su sueldo y ahora irá derecho a su bolsillo; se beneficiarán 25 millones de trabajadores latinos. Algunas personas en el Congreso han estado luchando muy duro para mantener las exenciones de impuestos para los estadounidenses más ricos. Lo mínimo que podrían hacer es luchar igual de duro por la clase media y las personas desfavorecidas. Vamos a lograr que se haga. Vamos a asegurarnos de que la gente común obtenga algo de alivio también. (Aplausos.)

De esto se trata la Ley para Trabajos Estadounidenses: Nuevos empleos para trabajadores de la construcción, maestros, veteranos, jóvenes y quienes han estado desempleados durante un largo periodo. Créditos fiscales para las familias de clase media y las pequeñas empresas. Y vamos a pagar por ello –- completamente todo-- de una manera que no sólo cubra el costo del plan, sino que nos ayude también a poner nuestra deuda bajo control a largo plazo.

El lunes hablaré más sobre cómo vamos a pagar por este plan, pero en resumidas cuentas, es algo que tiene que hacerse de una forma equilibrada, donde todo el mundo comparta el sacrificio y a nadie se le pida cargar con toda la responsabilidad.

Necesitamos hacer más recortes de gastos además del billón de dólares de recortes que ya he promulgado, y eso va a ser difícil. Tenemos que hacer pequeños ajustes a los programas como Medicare y Medicaid, que ayudarán a conservarlos para la próxima generación mientras que protegen a los jubilados actuales. Pero también tenemos que tomar algunas decisiones reales en cuanto a nuestro código tributario -- decisiones acerca de lo que queremos que sea este país.

En lugar de pedir a las familias de clase media que asuman una carga aún mayor, pidamos a las grandes corporaciones que renuncien a las escapatorias legales impositivas que las pequeñas empresas no tienen. (Aplausos.) En lugar de decirle a las personas mayores: "arréglenselas como puedan", vamos a asegurarnos de que nuestros ciudadanos más adinerados no estén pagando impuestos a una tasa menor que la de sus secretarios. Eso no es justo. (Aplausos.) En este país, todo el mundo debe recibir un trato justo, y todo el mundo debe pagar su cuota justa. Eso es lo que somos como estadounidenses. Eso es lo que tenemos que ser ahora.

Una ley de trabajos que pone a los estadounidenses a trabajar de nuevo; un enfoque equilibrado para pagar por ello que reducirá nuestro déficit a largo plazo -- estos son los pasos que el Congreso tiene que tomar ahora mismo para poner a nuestro país sobre una base más sólida. Pero también sabemos que tenemos que hacer más. Si vamos a seguir creciendo nuestra economía en un momento en que las empresas pueden establecer operaciones en cualquier parte del mundo, tenemos que hacer más; tenemos que mirar un poco más hacia delante.

Y esa tarea comienza con dar a nuestros niños la mejor oportunidad de tener éxito –- algo en que sé que las familias latinas se centran todos los días. Porque si vamos a construir más y a innovar más que todos los demás países del mundo, la cosa más importante que podemos hacer es asegurarnos de que cada una de las personas jóvenes en este país tenga la oportunidad de prosperar. La inversión más importante que podemos hacer es en la educación.

Es por eso que lanzamos la iniciativa “Race to the Top” (Carrera hacia la cima) -- que ahora llega a casi una cuarta parte de los estudiantes latinos de nuestro país -- para animar a las escuelas a hacer lo mejor posible con nuestros niños: a identificar y apoyar a los estudiantes antes de que abandonen los estudios, a poner en práctica programas efectivos de educación bilingüe y a hacer del programa “English Language Learners” (Alumnos de Inglés) una prioridad. (Aplausos.)

Hemos fortalecido las Becas Pell y estamos invirtiendo en institutos de educación superior comunitarios que ayudan a enseñar las habilidades que las empresas necesitan. Y eso es parte de la razón por la cual el número de jóvenes latinos matriculados en la universidad aumentó en un 24 por ciento en el último año. Ahora pueden permitirse asistir a clases debido a la ayuda que miembros del Congreso que están aquí esta noche ayudaron a hacer realidad. (Aplausos.) Ahora hay más latinos que asisten a la universidad que nunca antes. Y, a pesar de que aún no lo hemos alcanzado, vamos a hacer todo lo que está en nuestro poder -- voy a hacer todo lo que está en mi poder -- para que el DREAM Act se convierta en realidad. (Aplausos.)

Éste ha sido un camino largo y frustrante para todos nosotros. Los republicanos ayudaron a redactar el DREAM Act, porque sabían que era lo correcto para nuestro país. Eso fue hace tiempo. Pero entonces, el año pasado, aprobamos el DREAM Act en la Cámara sólo para verlo bloqueado por los republicanos del Senado. Y ahora, por primera vez en una década, el proyecto de ley no tiene ni un solo copatrocinador republicano. Ninguno. No hubo cambio alguno sobre la necesidad de la legislación. No hubo cambio alguno en el texto de la legislación. Lo único que cambió fue la política en Washington.

Eso es desgarrador. Es desgarrador ver que a jóvenes inocentes se les niega el derecho a obtener una educación, o unirse a nuestras fuerzas armadas, debido a las acciones de sus padres y las acciones de unos pocos políticos en Washington. Y es desgarrador ver cómo a tales mentes jóvenes prometedoras se les impide contribuir a nuestro país y nuestra economía.

Porque la verdad es que la reforma de nuestro sistema de inmigración es crucial para nuestro futuro económico. Este país fue construido y sostenido por personas que lo han arriesgado todo por su fe en la idea de Estados Unidos -- la idea de que cualquier persona que tenga un sueño y deseos de trabajar puede hacer su vida aquí. (Aplausos.) Eso es parte del sueño americano. Eso es la esencia del sueño americano. (Aplausos.)

Es por eso que no tiene sentido que eduquemos a más trabajadores nacidos en el extranjero que cualquier otro país del mundo, pero que nuestro obsoleto sistema de inmigración a menudo les envíe a casa a inventar y construir y hacer crecer sus empresas en otro sitio. No tiene ningún sentido que los trabajadores inmigrantes se vean condenados a permanecer en las sombras, ganando un salario injusto, mientras las empresas que rompen las reglas, y que lo hacen con impunidad, sean bien toleradas, mientras que las que cumplen con las reglas sean castigadas.

Necesitamos una política de inmigración que funciona; una que satisface las necesidades de nuestras familias y negocios, a la vez que hace honor a nuestra tradición como un país de inmigrantes y una nación de leyes. Porque, sin importar lo que puedan escuchar al contrario, en este país no existe un “nosotros” y un “ellos”. Sólo hay “nosotros”. Un país, bajo Dios, indivisible. (Aplausos.) Y los inmigrantes son parte de esa familia estadounidense y son una fuente de nuestra fuerza. (Aplausos.)

Bien, como mencioné cuando estaba en La Raza hace unas semanas, quisiera tener una varita mágica para que pudiera realizar todo esto yo, solo. Hay momentos en que –- hasta que Nancy Pelosi vuelva a ser Presidenta de la Cámara -– (aplausos) -- quisiera poder hacer mi trabajo pasando por alto al Congreso. (Aplausos.) Pero la realidad es que, al mismo tiempo que trabajamos para el día en que yo pueda firmar una ley de inmigración, tenemos leyes ya vigentes –leyes que he jurado ejecutar. Pero ustedes ya saben muy bien que también importa la manera en que ejecutamos esas leyes. Es por eso que el Departamento de Seguridad Nacional está aplicando normas de sentido común a la ejecución de las leyes de inmigración. Hemos progresado, haciendo que nuestras políticas de ejecución de las leyes prioricen a los criminales que representan un peligro para nuestras comunidades y no a los estudiantes que intentan lograr el sueño americano. (Aplausos.)

Pero vivimos en una democracia y, a fin de cuentas, no puedo hacer todo esto solo bajo nuestro sistema democrático. Si vamos a lograr los grandes objetivos –- ya sea aprobar esta ley para trabajos, o el DREAM Act o una ley de inmigración integral -– vamos a tener que hacer que el Congreso actúe. Sé que Nancy Pelosi está lista para tomar acción. Sé que el CHC está listo para tomar acción. Pero tenemos que hacer que tomen acción más miembros del Congreso. Ya es el momento de dejar de jugar a la política y de empezar a escuchar a quienes fueron los que nos enviaron a Washington -- porque el resto de Estados Unidos va muy por delante de nosotros en esto.

Así que, todos los que están aquí esta noche, sigan presionándome a mí, sigan presionando a Nancy y al resto de los demócratas. Nos sentimos orgullosos de nuestra posición. Pero, si vamos a ser sinceros, sabemos que el verdadero problema no reside en los miembros del Congreso que están en esta sala. Está con esos miembros del Congreso que anteponen el partido a la patria, porque creen que la única manera de resolver nuestras diferencias es esperar 14 meses hasta la próxima elección.

Y les tengo una noticia –el pueblo estadounidense no tiene el lujo de esperar 14 meses. (Aplausos.) Algunos de ellos están viviendo de cheque en cheque, de mes en mes, hasta de día en día. Otros quieren ir a la universidad ahora mismo. Quieren defender a su patria ahora mismo. Y es por eso que estoy pidiendo a todos en la comunidad latina –- no sólo aquí, sino en todo el país -– que alcen la voz. Háganse oír. Si piensan que ya es hora de aprobar un proyecto de ley para trabajos, que pondrá a trabajar de nuevo a millones de estadounidenses, llamen al Congreso a hacer lo correcto.

Si piensan que ya es hora de dar a los negocios los incentivos para contratar a nuevos empleados y poner más dinero en los bolsillos de ustedes, háganse oír. Digan al Congreso que haga lo correcto. Y si su Representante ya está en lo correcto, hable con el Representante o la Representante de otra persona. (Risas.)

Si piensan que ya es hora de dejar atrás los juegos políticos y, por fin, aprobar el DREAM Act y reformar nuestro sistema inmigratorio, levanten el teléfono, conéctense al ordenador -- digan a sus representantes en Washington que ya es hora de actuar. No podemos esperar. No cuando hay tanto en juego.

Estos son tiempos difíciles. Pero, recuerden, hemos pasado por peores. Y piensen en todos los que están aquí -- sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos -- lucharon de maneras en que ni podemos imaginar para entregarle a ustedes ese sueño americano. Siempre hemos sido una nación llena de visión, un Estados Unidos enérgico y optimista, que hace las cosas en grande. No tenemos una visión encogida. No pretendemos excluir. Intentamos aceptar e incluir a las personas en esta idea de Estados Unidos.

Es una visión en que vivimos dentro de nuestras posibilidades; en que todo el mundo hace sacrificios, pero nadie tiene que soportar la carga solo; en que vivimos de acuerdo con la idea de que no importa su apariencia, ni su origen, ni su apellido –- si sus antepasados desembarcaron en la isla Ellis o vinieron en un barco de esclavos o cruzaron el río Grande -– estamos todos conectados y todos triunfamos o fracasamos juntos. (Aplausos.)

Ese es el Estados Unidos en que creo yo. Ese es el Estados Unidos en que creen ustedes. Ese es el Estados Unidos que podemos tener otra vez, siempre que todos nosotros trabajemos juntos. (Aplausos.)

Gracias. Que Dios los bendiga y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América. (Aplausos.)

  FIN                     8:43 P.M. EDT