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MENSAJE SEMANAL: Fortalecimiento del sistema educativo estadounidense

THE WHITE HOUSE

Oficina del Secretario de Prensa

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PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA

24 DE SEPTIEMBRE, 2011

 MENSAJE SEMANAL: Fortalecimiento del sistema educativo estadounidense

 WASHINGTON: En su mensaje semanal, el Presidente Obama le dijo al pueblo estadounidense que ya es tiempo de elevar los estándares de nuestro sistema educativo de manera tal que cada salón de clase sea un lugar de altas expectativas y alto rendimiento. El viernes, el Presidente anunció que los estados tendrán mayor flexibilidad para encontrar maneras innovadoras de mejorar la calidad del aprendizaje y la enseñanza, de manera tal podamos fortalecer el rendimiento en nuestros salones de clase y asegurar que los maestros ayuden a los estudiantes a aprender en vez de enseñarles a pasar una prueba. Mediante la modernización de nuestras escuelas y el mejoramiento del sistema educativo, los Estados Unidos puede continuar construyendo una economía duradera para el futuro y preparar la próxima generación para tener éxito en la economía global.

 Se podrá acceder al audio del mensaje y al vídeo del mensaje en obamawhitehouse.archives.gova las 6:00 a.m., ET, del sábado 24 de septiembre de 2011.

 

Declaraciones del Presidente Barack Obama

Mensaje semanal

La Casa Blanca

24 de septiembre de 2011

 Durante las últimas semanas, he estado presentando la realidad de que necesitamos actuar ahora mismo con respecto a la Ley para Trabajos Estadounidenses, de manera tal que podamos poner de nuevo a trabajar a la gente y comenzar a construir una economía duradera para el futuro.

La educación es una parte fundamental de este programa económico. Es un hecho innegable que los países que hoy nos superen en educación, mañana nos superarán en los terrenos en que compitamos. Las empresas contratarán dondequiera sea el lugar en que se encuentren los trabajadores más capacitados y mejor educados. 

Pero hoy, nuestros estudiantes están perdiendo terreno en comparación con sus pares de todo el mundo. Hoy, nuestros niños quedan detrás de los niños de muchos otros países en matemáticas, ciencias y lectura. Hasta una cuarta parte de nuestros estudiantes ni siquiera terminan la escuela secundaria. Y hemos caído al 16° lugar en la proporción de nuestros jóvenes con título universitario, aun cuando sabemos que el 60% de los nuevos trabajos en la próxima década requerirán más que un diploma de escuela secundaria 

Lo que esto significa es que si queremos ser serios acerca de construir una economía duradera, una economía en la que el trabajo tenaz recompense con la oportunidad de empleos sólidos de clase media, tendremos que ser serios acerca de la educación. Tenemos que hacernos cargo de nuestra tarea y elevar nuestros estándares. 

Como nación, tenemos la obligación de asegurarnos de que todos los niños tengan los recursos que necesitan para aprender: escuelas de calidad, buenos maestros, los más modernos textos escolares y la tecnología adecuada. Es por esto que el proyecto de ley que envié al Congreso pondría nuevamente a trabajar a decenas de miles de maestros en todo el país y modernizaría al menos a 35,000 escuelas. El Congreso debería aprobar ese proyecto de ley ahora mismo.

Pero solo con dinero no resolveremos nuestros problemas educativos. También necesitamos una reforma. Necesitamos asegurarnos de que cada salón de clase sea un lugar de altas expectativas y alto rendimiento.

Esta ha sido nuestra visión desde que ocupamos el cargo.  Y es por eso que en vez de simplemente tirar dinero en un sistema que no funciona, lanzamos una competición llamada Carrera a la Cima. Le dijimos a todos los 50 estados: “Si ustedes nos muestran los planes más innovadores para mejorar la calidad de los maestros y el logro de los estudiantes, nosotros les mostraremos el dinero”.

Por menos del 1% de lo que gastamos en educación cada año, el programa Carrera a la Cima ha llevado a estados de todo el país a levantar sus estándares para la enseñanza y el aprendizaje. Estos estándares fueron desarrollados, no por Washington, sino por gobernadores Republicanos y Demócratas de todo el país.  Y desde entonces, hemos visto lo que es posible cuando la reforma no es simplemente un mandato de arriba hacia abajo, sino el trabajo de profesores y directores de escuelas, juntas escolares y comunidades locales.

Es por eso que en mi discurso presidencial sobre el Estado de la Nación de este año, le dije al Congreso que se debería reformar la ley Que Ningún Niño Quede Atrás sobre la base de los mismos principios que han guiado el programa Carrera a la Cima.

Mientras que los objetivos de la ley Que Ningún Niño Se Quede Atrás eran admirables, la experiencia nos ha enseñado que dicha ley tiene algunos defectos graves que están haciendo daño a nuestros niños en vez de ayudarles. Los maestros han sido forzados a enseñar para la prueba, mientras que materias como historia y ciencias son dejadas de lado. Y para evitar que sus escuelas sean etiquetadas como “fracasos, algunos estados redujeron sus estándares en una carrera hacia el abismo.    

Estos problemas han sido por años obvios para padres y educadores en todo el país. Pero por años, el Congreso no los ha arreglado. Por lo tanto, ahora lo haré yo.  Nuestros niños solo tienen una oportunidad para lograr una educación decente.  Y ellos no pueden darse el lujo de esperar más 

Ayer anuncié que le daremos a los estados más flexibilidad para satisfacer estándares altos para la educación y el aprendizaje.  Es tiempo que nosotros dejemos a los estados, las escuelas y los maestros que generen modos innovadores de dar a nuestros niños las capacidades que ellos necesitan para competir por los trabajos del futuro. 

Esto marcará una gran diferencia en las vidas de los estudiantes de todo el país. Ayer estaba con Ricci Hall, el director de una escuela en Worcester, Massachusetts.  Cada uno de los estudiantes que se graduaron de la escuela de Ricci en los últimos tres años fue a la universidad. Pero como no satisfacían los estándares de Que Ningún Niño Se Quede Atrás, la escuela de Ricci fue clasificada como “fracaso” el año pasado. 

Esto cambiará debido a lo que hicimos ayer. De ahora en adelante, podremos alentar el progreso en escuelas como la de Ricci.  De ahora en adelante, personas como John Becker, que enseña en una de las escuelas medias de más alto rendimiento de Washington, D.C., será capaz de concentrarse en enseñar matemáticas a sus alumnos de cuarto grado de una manera que mejore su rendimiento en vez de simplemente enseñar para una prueba.  Los superintendentes como David Estrop de Ohio serán capaces de enfocarse en mejorar la enseñanza y el aprendizaje en su distrito en vez de malgastar su tiempo en mandatos burocráticos provenientes de Washington que no dan resultados. 

Y esto no es simplemente lo que es correcto hacer para nuestros hijos, es lo que es correcto hacer para nuestro país y nuestro futuro.  Es tiempo de poner nuevamente a trabajar a los maestros.  Es tiempo de reconstruir y modernizar nuestras escuelas.  Y es tiempo de elevar nuestros estándares, hacernos cargo de lo que tenemos que hacer, y hacer todo lo que sea necesario para preparar a nuestros niños para que tengan éxito en la economía global.  Ahora es el tiempo de una vez más hacer que nuestro sistema educativo sea la envidia del mundo. 

Gracias por escuchar.

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