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DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE EL CUIDADO PREVENTIVO

THE WHITE HOUSE

Oficina del Secretario de Prensa

Para publicación inmediata                   10 de febrero, 2012

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE

SOBRE EL CUIDADO PREVENTIVO

Salón James S. Brady de reuniones informativas de la prensa

12:15 P.M. EST

     P    Vamos a comenzar.

     EL PRESIDENTE: Vamos a comenzar.

     P    Aquí está ya.

     EL PRESIDENTE: Aquí estoy ya.

     P    "Hola a todos".

    EL PRESIDENTE: Eso está bastante bien. 

     P    Lo he estado practicando.

EL PRESIDENTE: Hola a todos.  (Risas.)  Realmente iba a decirles buenos días.  Pero supongo que ya es por la tarde. 

Como parte de la ley de la reforma del cuidado médico que firmé el año pasado, se requiere que todos los planes de seguro cubran el cuidado preventivo sin costo alguno para los pacientes.  Eso significa chequeos gratis, mamografías, vacunas y otros servicios totalmente gratis.  Luchamos por esto porque esto salva vidas y ahorra dinero: para las familias, para los negocios, para el gobierno, para todos.  Eso se debe a que es mucho más barato prevenir una enfermedad que curarla. 

También aceptamos una recomendación ofrecida por los expertos en el Instituto de la Medicina de que, en lo que respecta a las mujeres, el cuidado preventivo debe incluir la cobertura de servicios anticonceptivos tales como el control de la natalidad.  Además de la planificación familiar, los médicos normalmente prescriben anticonceptivos como una manera de reducir los riesgos del cáncer de ovarios y otros tipos de cáncer, y como tratamiento para una diversidad de otros padecimientos.  Y sabemos que el costo global del cuidado médico es menor cuando las mujeres tienen acceso a servicios anticonceptivos. 

Casi el 99 por ciento de todas las mujeres ha dependido de los anticonceptivos en algún momento en sus vidas; el 99 por ciento.  Y, sin embargo, más de la mitad de todas las mujeres entre las edades de 18 y 34 ha tenido dificultad para costearlos.  De manera que, por todos esos motivos, decidimos seguir el criterio de los expertos médicos más reconocidos de la nación y cerciorarnos de que el cuidado preventivo gratis incluya acceso a cuidado anticonceptivo gratis.

Independientemente de si usted es maestra, dueña de una pequeña empresa, o enfermera, o empleada de la limpieza, la salud de ninguna mujer debe depender de quién es ella, ni de dónde trabaja, ni de cuánto dinero gana.  Toda mujer debe estar en control de las decisiones que afectan su propia salud.  Y punto.  Este principio básico ya es ley en 28 estados en el país. 

Ahora bien, a medida que vamos adelante para implementar esta regla, no obstante, hemos tenido en mente que existe otro principio en juego en este caso, que es el principio de la libertad religiosa, un derecho inalienable que está fundamentado en nuestra Constitución.  Como ciudadano y como cristiano, yo valoro ese derecho.

De hecho, mi primer trabajo en Chicago fue trabajar con las parroquias católicas en los barrios pobres, y mi salario estaba financiado con una subvención de una agencia de la iglesia católica.  Y yo vi que las iglesias locales normalmente beneficiaban más a una comunidad que lo que podría llegar a hacer un programa del gobierno, así es que yo sé lo importante que es el trabajo que hacen las organizaciones basadas en la fe y el impacto que éstas pueden tener en sus comunidades. 

También sé que algunas instituciones religiosas, especialmente las afiliadas a la iglesia católica, tienen una objeción religiosa a proveer directamente un seguro que cubra servicios anticonceptivos para sus empleadas.  Y es por eso que originalmente eximimos a las iglesias de este requisito; y, por cierto, es una exención que ocho estados no tenían todavía. 

Y es por eso que, desde el verdadero inicio de este proceso, yo hablé directamente con diversos funcionarios católicos y les prometí que, antes de finalizar la regla según aplicaba en el caso de ellos, tomaríamos el próximo año para colaborar con las instituciones tales como los hospitales y las universidades católicas y encontrar una solución equitativa que proteja la libertad religiosa y garantice que toda mujer tenga acceso al cuidado que ella necesita.

Ahora, después de muchas inquietudes muy válidas que se han planteado durante las más recientes semanas, al igual que, francamente, el deseo más cínico por parte de algunos de convertir esto en un juego de fútbol político, nos dimos perfecta cuenta de que pasar meses trabajando con ahínco para encontrar una solución no iba a ser una opción, que teníamos que avanzar más rápido con esto.  Así es que, la semana pasada, le ordené al Departamento de Salud y Servicios Humanos que agilizara el proceso que ya habíamos visualizado.  No podíamos pasar un año haciendo esto; teníamos que pasar una semana o dos haciéndolo. 

Hoy, hemos llegado a una decisión sobre cómo ir adelante.  Bajo la regla, las mujeres seguirán teniendo acceso al cuidado preventivo gratis que incluye los servicios anticonceptivos, sin tener en cuenta dónde trabajen.  De manera que el principio básico permanece.  Sin embargo, si el empleador de una mujer es una organización benéfica o un hospital que tiene una objeción religiosa a proveer servicios anticonceptivos como parte de su plan médico, la compañía de seguro, y no el hospital ni la organización benéfica, tendrá que ofrecerle a esa mujer el cuidado anticonceptivo totalmente gratis, sin copagos y sin complicaciones. 

El resultado será que las organizaciones religiosas no tendrán que pagar por esos servicios, y ninguna institución religiosa tendrá que proveer directamente dichos servicios.  Les repito: Esos empleadores no tendrán que pagar, ni proveer, servicios anticonceptivos.  Pero las mujeres que trabajen en esas instituciones tendrán acceso a servicios anticonceptivos gratis, al igual que las demás mujeres, y ya no tendrán que pagar cientos de dólares al año que pueden usar para pagar la renta o para comprar alimentos. 

Ahora bien, yo he estado seguro desde el principio de que podríamos encontrar un enfoque razonable en este caso, tal como les prometí.  Entiendo que es posible que alguna gente en Washington quiera hacer uso de esto como otro tema político divisivo, pero no debe ser así.  Definitivamente, yo nunca lo tomé de esa manera.  Éste es un asunto en el que la gente de buena fe de ambas partes del debate ha estado indagando sobre preguntas sumamente complicadas para encontrar una solución que sea favorable para todos.  Con el anuncio hecho en el día de hoy, lo hemos logrado.  La libertad religiosa quedará protegida, y una ley que requiere cuidado preventivo gratis no discriminará a ninguna mujer.

Vivimos en una sociedad pluralista en la que no vamos a estar de acuerdo en todos y cada uno de los temas, ni tampoco compartir todas y cada una de las creencias.  Eso no significa que tenemos que escoger entre la libertad individual y la justicia básica para todos los habitantes del país.  Somos exclusivos entre las demás naciones por haberse fundado nuestro país en base a estos dos principios, y tenemos la obligación como ciudadanos de promoverlos.  Tengo absoluta fe en que podemos hacerlo. 

Muchas gracias a todos ustedes.