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Declaraciónes del Presidente sobre el 50 aniversario de la Guerra contra la Pobreza

LA CASA BLANCA
Oficina del Secretario de Prensa 
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PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA
 

Declaraciónes del Presidente sobre el 50 aniversario de la Guerra contra la Pobreza

Creemos que todas las personas que viven en Estados Unidos y trabajan duro deben recibir una oportunidad, y que todos nuestros ciudadanos merecen una medida básica de seguridad. Hace 50 años, el Presidente Johnson declaró una Guerra contra la Pobreza para ayudar a todas las personas que viven en Estados Unidos a llevar a cabo sus esperanzas básicas. Creamos nuevas rutas de oportunidades mediante empleos y educación, acceso extendido a cuidado de salud para las personas que viven en Estados Unidos ancianas, pobres y discapacitadas, y ayudamos a las familias a que les alcance el dinero. Sin el Seguro Social, casi la mitad de los ancianos estarían viviendo en la pobreza. Hoy, menos de una de cada siete personas vive en esas condiciones. Antes de Medicare, sólo la mitad de los ancianos tenía algún tipo de seguro de salud. Hoy, casi todos tienen cobertura. Debido a que hemos extendido programas pro empleo y pro familia, como el Crédito por Ingreso del Trabajo (EITC, por sus siglas en inglés), un estudio reciente mostró que la tasa de pobreza ha bajado por casi un 40 % desde la década de los sesenta, y evitó que millones de personas cayeran en la pobreza durante la Gran Recesión.

Estas iniciativas no sólo nos convirtieron en un mejor país; nos reafirmaron que somos un gran país. Cumplieron con nuestras mejores esperanzas como personas que valoramos la dignidad y el potencial de todos los seres humanos. Sin embargo, como toda persona que vive en Estados Unidos sabe, nuestro trabajo no ha terminado. En la nación más rica del planeta, demasiados niños aún nacen en la pobreza, muy pocos tienen una oportunidad justa de escaparla, y personas de todas las razas y orígenes que viven en Estados Unidos ganan salarios e ingresos que no aumentan, lo cual les impide formar parte de las oportunidades que una economía en crecimiento provee. Eso no significa, como muchos sugieren, que se debe abandonar la Guerra contra la Pobreza. De hecho, si no hubiésemos declarado una “guerra incondicional contra la pobreza en Estados Unidos”, hoy más millones de personas que viven en este país estuvieran viviendo bajo la pobreza. Al contrario, esto significa que debemos intensificar nuestros esfuerzos para asegurar que nuestra economía funciona para todas las personas que viven y trabajan en Estados Unidos. Esto significa que ayudaremos a nuestros negocios a crear nuevos empleos con mejores ingresos y beneficios, extenderemos el acceso a la educación y el cuidado de salud, reconstruiremos esas comunidades en la periferia de la esperanza, y construiremos nuevas escaleras de oportunidades para que nuestra gente las suba.

Somos un país que ha cumplido con sus promesas. Y, en la economía del siglo XXI, nos aseguraremos de que Estados Unidos crezca con más fuerza; nadie se quedará atrás en esta recuperación. A pesar de todo lo que ha cambiado en los 50 años desde que el Presidente Johnson nos dedicó esta misión económica y moral, nuestro carácter mantiene una constante: somos una sola nación, un solo pueblo, y subimos y caemos juntos.

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