The White House
Office of the Press Secretary
Declaraciones del Presidente en la Sesión Plenaria de Apertura de la Cumbre sobre Seguridad Nuclear
Centro de Convenciones de Washington
Washington, D.C.
9:45 A.M. EDT
EL PRESIDENTE: Buenos días a todos. Me gustaría comenzar. Permítanme empezar agradeciéndoles a todos por su participación anoche. Me pareció una conversación muy importante.
Antes de comenzar, quisiera volver a expresar mis condolencias por la terrible tragedia que afectó al pueblo polaco este fin de semana. Nos acompaña hoy aquí una distinguida delegación de Polonia, dirigida por el embajador Kupiecki. Señor embajador, todos nosotros estamos conmocionados y sumamente tristes por la trágica muerte del Presidente Kaczynski, la Primera Dama y tantos distinguidos líderes civiles y militares de su país. Fue una pérdida no sólo para Polonia, sino para el mundo.
Como buenos amigos y aliados, Estados Unidos apoya a Polonia y los polacos en todas partes en este momento tan difícil. Sé que como comunidad internacional, todos apoyaremos al pueblo polaco, que ha demostrado fortaleza y resistencia extraordinarias en el transcurso de su historia. Entonces, acompañamos en el sentimiento al pueblo polaco. Nuestros pensamientos y oraciones están con ustedes. Nos unimos a ellos en este momento de dolor. Y, entonces, si todos están de acuerdo, permítanme pedirles un minuto de silencio para demostrar nuestra solidaridad y rendirles homenaje a los fallecidos.
(Pausa para el minuto de silencio.)
Gracias. Es un privilegio para mí darles la bienvenida a Washington y dar inicio formalmente a esta histórica cumbre. Representamos a 47 países de todas las regiones del mundo, y le agradezco a cada uno de ustedes por su presencia. Ésta es una reunión sin precedente para hacerle frente a una amenaza sin precedente.
Dos décadas después del final de la Guerra Fría, enfrentamos la cruel ironía de la historia: el peligro de una confrontación nuclear entre naciones ha disminuido, pero el peligro de un ataque nuclear ha aumentado.
Hay materiales nucleares que se podrían vender o robar y usarse para un arma nuclear en decenas de países. Una cantidad mínima de plutonio –aproximadamente del tamaño de una manzana– podría matar y lesionar a cientos de miles de inocentes. Redes terroristas como Al Qaida han tratado de adquirir materiales para un arma nuclear, y si algún día logran hacerlo, no hay duda de que los usarían. Si lo hicieran, podría ser una catástrofe para el mundo, que causaría enormes pérdidas de vidas y asestaría un gran golpe a la paz y estabilidad internacional.
En pocas palabras, cada vez está más claro que el peligro del terrorismo nuclear es una de las mayores amenazas para la seguridad mundial, para nuestra seguridad colectiva.
Y por eso, hoy hace exactamente un año en... hace un año en Praga, propuse un nuevo esfuerzo internacional para almacenar de manera segura al cabo de cuatro años todos los materiales nucleares vulnerables alrededor del mundo. Éste es un aspecto de un plan más extenso e integral que sigue Estados Unidos, el cual incluye reducir nuestro arsenal nuclear y detener la proliferación de armas nucleares, un plan que nos llevará más cerca a nuestro objetivo final de un mundo sin armas nucleares.
En el último año hemos alcanzado logros. En el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el otoño, aprobamos unánimemente la Resolución 1887 que respalda este plan integral e incluye el objetivo de almacenar de manera segura todos los materiales nucleares. Anoche, en sesión cerrada, a mi parecer, avanzamos más al procurar un entendimiento común sobre la grave amenaza para nuestros pueblos.
Y hoy, tenemos la oportunidad de tomar medidas adicionales.
Tenemos la oportunidad, como países individuales, de tomar medidas específicas y concretas para almacenar de manera segura los materiales nucleares en nuestros países y evitar el tráfico y contrabando ilícito. Ése será nuestro propósito esta mañana.
Tenemos la oportunidad de fortalecer el Organismo Internacional de Energía Atómica, el OIEA, con los recursos y facultades que necesita para cumplir con sus responsabilidades. Ése será nuestro propósito en el almuerzo de trabajo.
Tenemos la oportunidad, como comunidad internacional, de aumentar nuestra cooperación y reforzar las instituciones y alianzas que ayudan a evitar que materiales nucleares jamás caigan en manos de terroristas. Y ése será nuestro propósito esta tarde.
Y tenemos la oportunidad, como aliados, de asegurarnos de que nuestro progreso no sea un momento fugaz, sino un esfuerzo serio y sostenido. Y por eso me complace anunciar que el Presidente Lee ha acordado celebrar la próxima Cumbre sobre la Seguridad Nuclear en la República de Corea dentro de dos años. Esto refleja el liderazgo de Corea del Sur, tanto en el ámbito regional como a nivel global, y le agradezco al Presidente Lee y al pueblo de Corea del Sur por estar dispuestos a aceptar esta responsabilidad.
Quiero pedirle al Presidente Lee que diga unas cuantas palabras.
PRESIDENTE LEE: Gracias por convocarnos, por apoyar que Corea sea el anfitrión de la próxima cumbre en el 2012.
Les aseguro que haré lo posible por hacer que esa cumbre sea un éxito. O sea que espero verlos a todos en Corea. Gracias. (Aplausos.)
EL PRESIDENTE: Muchas gracias.
Entonces, hoy es una oportunidad, no sólo de hablar sino de actuar. No sólo de hacer promesas, sino de alcanzar verdaderos logros para la seguridad de nuestros pueblos. Todo esto, a su vez, requiere otra cosa, que es incluso más importante. Requerirá de un nuevo modo de pensar, que logremos tener la voluntad, como países y aliados, de hacer lo que este momento de la historia exige.
Creo firmemente que los problemas del siglo XXI no los puede resolver una sola nación actuando de manera aislada. Debemos resolverlos todos nosotros, actuando unidos.
Al inicio de la era nuclear que ayudó a iniciar, Albert Einstein dijo: “Ahora todo ha cambiado…” Y advirtió: “Estamos dejándonos llevar hacia una catástrofe sin comparación. Requeriremos una manera fundamentalmente nueva de pensar si la humanidad ha de sobrevivir”.
Ese hecho perdura hoy en día. En aras de nuestra seguridad común, en aras de nuestra supervivencia, no podemos dejarnos llevar. Necesitamos una nueva manera de pensar y de actuar. Ése es el desafío ante nosotros. Y les agradezco a todos por estar aquí para hacerle frente a este desafío juntos, en colaboración.
Y con eso, les voy a pedir unos momentos para permitir que la prensa salga antes de nuestra primera sesión.
FIN 9:53 A.M. EDT